
Mémorable es un cortometraje sobre la enfermedad del olvido. Louis, su protagonista, es un pintor con un ácido y punzante sentido del humor, cuyos pensamientos se difuminan a la misma velocidad que sus pinturas. Está acompañado de su mujer Michelle, que lidiará con el duelo de tener a su marido bajo las garras de una enfermedad neurodegenerativa. En las buenas y en las malas, su mujer le cuida, dejando claro que es también, en segundo lugar, una historia sobre el cariño.
Lo primero que llama la atención del cortometraje es su estética. El recuerdo de los pintores impresionistas, la plasticidad de los personajes y los objetos, así como el uso tan cuidado de la animación fotograma a fotograma, hacen de este cortometraje una colección de imágenes única. El aspecto de las figuras se ha logrado con una combinación de látex pintado a mano y técnicas de animación 3-D por ordenador. El atractivo de la película bebe, sin lugar a duda, de maestros de la pintura como Van Gogh, Renoir o Monet.
Bruno Collet, el director francés artífice de este corto, se basó para escribirlo en dos historias reales. La primera es la de William Utermohlen, un pintor estadounidense que continuó su obra después de ser diagnosticado como enfermo de alzheimer. La desconexión progresiva de su consciencia con la realidad está patente en toda su obra a partir de 1995. La segunda historia es la de Peter Falk, el conocido protagonista de la serie Colombo. En sus últimos años, el actor padeció la misma enfermedad y se cuenta que su esposa le encerraba por el miedo a que, desorientado, se perdiera por la calle.
El cortometraje nos pone en la piel del personaje, Collet aprovecha la deformación de las figuras para que el espectador se identifique con él. A medida que la mente del protagonista se pierde en el vacío los escenarios se vuelven cada vez más líquidos y surrealistas. La historia, no es nada excepcional, pero está excepcionalmente contada. Un detalle que lo ejemplifica: como en Cien años de soledad, el personaje cuelga carteles en todo, porque no tiene otra forma de acordarse de qué o para qué son las cosas. El interés del director por desconectarnos de la realidad casa a la perfección con los ambientes cerrados y angustiosos, y con la paleta de colores marrones, azules y grises.
Mémorable es una obra triste, tierna y sincera, que sabe conmover sin ser lacrimógena y sugerir sin ser cargante. Nueve meses de trabajo le han servido a Collet para estar nominado al premio Oscar 2020 a mejor cortometraje de animación. Si tenéis interés, no dejéis de verla. Es una cinta que desborda calidad y talento; y a la no le falta ni le sobra un solo fotograma. Podéis ver Mémorable de Bruno Collet completo en Vímeo, eso sí en versión original con subtítulos en inglés.
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