
Un cría de chimpancé debe ser trasladada en avión. Una conversación radiofónica. «¿Cómo estáis vosotras?», preguntan. «Bien, todo tranquilo. No tenemos actividad rebelde por ahora», responden al otro lado. Un avión despega y vemos a un chimpancé en el regazo del conductor de la avioneta durante su traslado al Centro de Rehabilitación de Primates de Lwiro, en la Repúblico Democrática del Congo. Así comienza Mama, de Pablo de la Chica, ganador del Goya 2022 a mejor cortometraje documental.
La vida de Mama Zawadi ha estado marcada por la violencia. Cuando tan solo fue una niña, sufrió la primera agresión sexual. Posteriormente, sería victima de otras dos agresiones sexuales. Pablo de la Chica recoge en este cortometraje su historia. Una historia de sufrimiento, superación pero, sobre todo, de amor.
Mama Zawadi lleva trabajando 4 años en el Centro de Rehabilitación de Primates de Lwiro. Allí se encarga de cuidar y dar una nueva vida a las crías huérfanas de chimpancés. Su trabajo consiste en rehabilitar y reacondicionar a los chimpancés para que puedan volver a su habitad natural. El santuario de Lwiro es un lugar que desprende felicidad y alegría, donde los abrazos, las caricias y los juegos son el pan de cada día. Pero, este pequeño oasis se encuentra en la provincia de Kivu Sur, en la República Democrática del Congo, una de las zonas más peligrosas del mundo.
La República Democrática del Congo es el país más importante para frenar la extinción del chimpancé. Pero, el grave conflicto armado que vive, la caza furtiva y la pérdida del hábitat natural, hacen muy difícil su conservación. Se calcula que en la zona hay más de 100 grupos rebeldes activos que se dedican a hacer incursiones en las comunidades locales, robar, violar, matar… Según la ONU, la provincia de Kivu Sur es la peor región del mundo para vivir si eres mujer y calculan que se producen 20 violaciones al día. Zawadi solo es una más de las miles de mujeres victimas de esta violencia.
Pablo de la Chica conoció la historia de Zwadi gracias a Lorena Aguirre e Itaso Vélez, las dos mujeres al frente del Centro de Rehabilitación de Primates de Lwiro. Lo que queda claro al ver el cortometraje, es que el director no quería contar una historia de sufrimiento y dolor, sino todo lo contrario. La historia de Zawari es terrorífica, pero gracias a los chimpancés ha conseguido ha convertir su dolor en amor. Como ella misma explica, la forma en que llegaron los chimpancés al santuario de Lwiro, es muy similar a cómo llegó ella. Tanto los chimpancés como Zawari son victimas de la violencia que asola la región, y juntos han conseguido revertir este sufrimiento y hacer que la luz venza a la oscuridad.
En Mama, los gestos y las miradas hablan por si solos. Cabe destacar de montaje a manos de Juan Manuel Gamazo, que deja que la historia fluya para ir calando poco a poco en el espectador sin caer en el sensacionalismo. Un cortometraje emotivo y lleno de vitalidad sobre Mama Zawari, la mamá de Ushiriki, Busakara, Musa, Kalima y muchos otros chimpancés, que sueña con que algún día sus hijos puedan vivir seguros en libertad.
Mama se alzó con el Goya 2022 al mejor cortometraje documental y ha sido el primer cortometraje español en formar parte de la serie de documentales de The New Yorker. Además, se ha alzado con varios premios en festivales alrededor de todo el mundo. El cortometraje se puede ver de manera integra y gratuita en la web de RTVE