
Guiado por el relato de 5 mujeres, Carne explora las diferentes etapas del cuerpo femenino y cómo representarlo. Desde la pubertad hasta la vejez, este cortometraje documental indaga sobre el cuerpo de la mujer a través de la animación. Una película que refleja los cambios, sentimientos o sensaciones que experimenta la mujer durante las diferentes etapas de la vida.
Carne supone el debut de la animadora Camila Kater en la dirección. Con este cortometraje ha conseguido la selección en varios festivales como el Locarno Film Festival o el Festival de Cine Internacional de Toronto. Además actualmente se puede ver en la edición online del D’A de Barcelona.
Cada relato en Carne aborda un aspecto diferente de la vida de al mujer. Estas pequeñas historias se presentan a través de un título que representa 5 estados de cocción de la carne: cruda, poco hecha, al punto, hecha y bien hecha. Reflejando la objetivación tradicional de la mujer, tratada muchas veces como poco más que un trozo de carne. Una presentación que contrasta con las historias que nos presenta el cortometraje.
Kater nos habla a través de estos relatos sobre los cambios de la pubertad, la aceptación del cuerpo fuera de los estándares de belleza, la transexualidad en las mujeres negras, la menstruación y sobre la mujer en la vejez. Todo ello lo hace bajo un tono sincer, revendicativo y, sobre todo, reconfortante. Además cada una de las historias está animada con un estilo propio y que trata de reflejar el relato de sus protagonista.
En la animación abundan los tonos rojos, representando lo carnal y la sangre. Aunque esta tonalidad rojiza es muchos más viva en las etapas referidas a la juventud y se va apagando con la llegada de la vejez, pero sigue estando presente durante todo el film. La animación junto a los relatos, sirve a Kater para hacernos pensar sobre el cuerpo femenino.
Carne no es complaciente. Aún así las historias no nos hablan sobre el cuerpo femenino desde la rabia, el miedo o la tristeza, al contrario son relatos de aceptación, superación y comprensión. Camila Kater realiza un ejercicio que nos hace reflexionar y preguntarnos si realmente la mujer es simplemente carne.